Vivian Maier fue una de las grandes fotógrafas del siglo XX, que jamás mostró sus fotos hasta que fue sacada del anonimato, gracias al descubrimiento de John Maloof, que inicialmente publicó un blog con miles de fotografías inéditas halladas en un trastero que compró en una subasta, sin saber quién estaba detrás de todo aquel trabajo, y que posteriormente, realizó un documental con esta conmovedora historia.
Primero, encontró un email entre todas sus cosas del trastero, llamó y descubrió que era una niñera la mujer que sacó esas fotografías.
Luego, encontró un baúl envuelto en cinta aislante, repleto de cartas, notas, ropa, incluso un bote con dientes.
Más tarde, envió cartas a museos en busca de ayuda, y se dio cuenta de que no estaba solo, ya que expusieron varias de sus fotografías callejeras y le agradecieron su colaboración. Había unas 150 000 fotos preciosas, la mayoría de niños, con un formato principal cuadrado y en blanco y negro.
Posteriormente, John quedó con varios vecinos y conocidos de Vivian, pera saber mas acerca de su vida y su gran obsesión por la fotografía, y resolver una duda que rondaba constantemente en su cabeza: ¿por qué sacó tantísimas fotos y no mostró ninguna?
Ella, era una mujer muy reservada, misteriosa, excéntrica, solitaria e incomprendida; y daba a todos un nombre falso, como Smith o V. Smith.
Siempre tenía problemas de dinero y pocos amigos, y vestía con ropas de moda, ocultando sus formas; como con sombreros y largos abrigos que le favorecían por su gran altura.
Siempre llevaba la cámara en su cuello, una Rolleiflex, y también realizó autorretratos, donde se pudo mostrar su cara. Su dormitorio estaba lleno de cajas con fotos, y nunca dejaba pasar a nadie, ya que lo consideraba su espacio privado.
Tenía un talento enorme aun que solo era una niñera y limpiadora, y no pudo llegar a nada mas, pero ella era feliz así ya que vivió la vida que ella quiso tener.
La historia resalta la casi obsesiva necesidad expresiva de Maier, y la observación atenta de su obra, muestra su aguda mirada de gran sensibilidad hacia la gente común, de la calle.
Los anónimos habitantes de la ciudad eran retratados en el paisaje urbano, con un acercamiento y empatía poco frecuentes, que lograban mostrarles en su mejor versión, por lo que esa fotografía tiene un "algo" que no se puede explicar, pero nos conmueve. Algo que le gustaba mucho fotografiar era a los niños que ella cuidaba.
Vivian jugaba con la composición, la creatividad y los elementos que estaban a su disposición, como la luz y la sombra, los reflejos, los edificios y la compostura de los actores principales y secundarios de sus relatos visuales.
Esta foto es un autorretrato en vertical, esta en blanco y negro y esta en un plano americano. En la foto se observa a una mujer junto a una niña reflejadas en un espejo, la mujer va vestida con un vestido de manga corta, tiene el pelo corto y sobre el un sombrero, colgado del cuello lleva la cámara con la que se ha hecho la fotografía. La niña de su derecha lleva también un sombrero y tiene el pelo un poco mas largo que la mujer. Tras ellas hay una calle por donde esta pasando un coche y estarían unos locales con carteles. Esta foto es muy probable que sea una de Vivian con una de las niñas a las que cuidaba, ya que solía fotografiar mucho a los niños de los que era niñera, a ella se le ve una persona seria por la pose en la que esta y por la expresión de su cara.
Este es un autorretrato , cuadrado, esta a color y es un plano medio, en esta imagen podemos ver a una chica de pelo corto con una cámara en las manos, lleva un abrigo gris largo, está mirando ha un lado , ella se encuentra en una especie de terraza donde se ve el cielo nublado. El hecho de que no mire a la cámara puede significar que sea una persona tímida, que no se habré con mucha gente y no le gusta que sepan de su vida.